El elemento más esencial de la estructura de la epidermis. Estimula la producción en los tejidos de proteínas responsables de la elasticidad y fortaleza de la piel.
Previene la deshidratación de la piel, mantiene su estructura. Ayuda a reavivar las células y tiene un efecto elevador potente.
Acelera la regeneración de la piel: las células "viejas" son sustituidas por las jóvenes, llenas de vitalidad.
Necesarias para la salud y belleza de la piel. Efectivamente mejora la textura y previene el daño en el nivel celular.
Hidratación
Restauración
de la elasticidad
de la piel
Suavidad
de la superficie
de la piel
Eliminación
de la piel flácida
y las arrugas
Retorno
a su complexión
natural,
disminución
de la pigmentación